El Portal de Elche es una céntrica plaza situada en la ciudad de Alicante, fue construida en el siglo XIX como lugar de abastecimiento de agua y punto de reunión.
Hubo un tiempo durante el cual en el Portal de Elche se alzaban las horcas donde se ajusticiaba a los reos de la ciudad y de los pueblos inmediatos que, por entonces, pertenecían aún al término municipal de Alicante. Después de ahorcarlos, entregaban a las autoridades alicantinas el cadáver para que lo expusiesen en la llamada por aquel entonces plaza de las Horcas.
Años más tarde, en 1869, Eleuterio Maisonave plantó el llamado árbol de la libertad. La plaza de las Horcas pasó a llamarse Portal de Elche. Desde mayo de 1881 una fuente que instaló el marqués de Benalúa, don José Carlos de Aguilera, lució en la plaza y nos sirvió las aguas de La Alcoraya, alumbradas por candelabros de dieciséis globos de cristal y mecheros de gas.
El Portal de Elche fue un espacio urbano surgido con ocasión del derribo de las
murallas que atenazaban nuestra ciudad. En este lugar, estuvo el Torreón de
San Bartolomé y junto a él una puerta que tuvo varios nombres: Puerta de
Murcia, Puerta de Orihuela y, por descontado, Puerta de Elche, que
ha perdurado hasta hoy. También fue llamada Plaza
de Fernando VII, Plaza de la Constitución y, recién terminada la
Guerra Civil, Plaza del General Franco.
Ha sufrido muchas transformaciones. En su centro han existido
fuentes, quioscos y, en los últimos tiempos, la escultura de
Eusebio Sempere. El hueco dejado en el centro del Portal de
Elche se llenó con una reconstrucción del kiosko tradicional que siempre hubo
allí, y que funcionó hasta hace poco como punto de Tourist Info. Se trata de un recurso turístico urbano. Hoy en día es una plaza tranquila y agradable con un arbolado característico con cuatro Ficus Macrophylla.
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